DINÁMICA 9. JUEGO DE GANE CUANTO PUEDA

 Realizamos el juego de gane cuanto pueda. Para ello, la profesora nos dividió a toda la clase en 4 grupos y nos entregó dos papeles, en uno ponía rojo y en el otro negro. El juego tenía 10 rondas, en 7, había que realizar apuestas de manera individual mientras que en las otras tres, existía la posibilidad de  negociar con los otros grupos. En función de lo que sacase cada grupo, se ganaban o se perdían puntos tal y como se muestra en esta imagen:

La verdad es que el juego no me gustó demasiado porque no entendía la gracia de apostar todo el rato y que siempre perdiéramos puntos ya que en la primera ronda todos sacamos "negro" y por lo tanto perdimos un punto. En la siguiente ronda, mi grupo sacó "rojo" y por lo tanto, perdimos tres puntos. En la segunda ronda en la que tuvimos que negociar, mi grupo acordó con otro grupo sacar "rojo", pero el otro grupo decidió sacar "negro". Al principio, el juego me parecía divertido por ver que iban a sacar el resto, pero después de algunas rondas me empezó a parecer monótono y un poco aburrido.

A pesar de que el juego no me gustase mucho, la reflexión que sacamos al final del juego sí que me pareció interesante.

La clave del juego era darse cuenta de que si todos sacábamos "rojo", todos ganábamos pero sin embargo, todos preferíamos perder un punto por miedo a que si eramos los únicos que teníamos el "rojo" perdíamos tres puntos. Me sorprendió la reflexión que sacó la profesora sobre el hecho de que el color "negro" siempre ganaba a costa de hacer perder a los demás.

Esto me hizo reflexionar bastante porque creo que en nuestra vida diaria, normalmente actuamos de esta forma, siempre tratamos de ganar y que nos vaya bien sin importarnos que a las demás personas les puede ir mal. Creo que deberíamos de cambiar esta forma de pensar en la vida y tratar de que si queremos conseguir algo, no sea haciendo que les vaya mal al resto. Pero al mismo tiempo, pienso que es muy difícil actuar de esta manera, porque por mucho que nosotros tratemos de hacer las cosas bien, no solo depende de nosotros. Al igual que en el juego, influye la manera en la que los demás actúan ya que si ellos tratan de ganar fastidiando a los demás, nosotros no vamos a actuar igual.

Otra de las cosas que me llamó mucho la atención era el hecho de que cuando podíamos pactar con los otros grupos, acordábamos todos sacar un color que nos beneficiase y sin embargo, cuando llegaba la hora de entregar el papel con el color, siempre acababan rompiendo los pactos que habíamos creado.

Este hecho también me hizo reflexionar porque creo que si lo extrapolamos a la vida real, me hace pensar que por mucho que queramos confiar en las personas, hay muchas veces que nos acaban traicionando. Yo soy de las que creen que hay que confiar en la gente pero creo que a veces cuesta demasiado porque muchas veces las personas te traicionan. 

En conclusión, creo que siempre deberíamos de actuar para intentar conseguir nuestro máximo beneficio pero sin fastidiar al que tenemos al lado.